domingo, 22 de febrero de 2009

Consuelo García Santa Cruz



13 de febrero 1989

Consuelo Trinidad García Santa Cruz, nació en Pacasmayo, La Libertad, el quince de junio de 1956. Hija de una familia de 10 hermanos. Vivió en Lima y desde temprana edad se incorporó como activista comunal en su distrito Comas, en el Club “Collera”. Estudió en la Universidad Guzmán y Valle, graduándose como docente.

Se dedicó a la docencia especializada en la alfabetización y formación técnica – laboral. Desde 1979, se une a un grupo de alfabetizadoras, trabajando con el Centro Micaela Bastidas, donde orientó y alfabetizó a muchas mujeres que se desempeñaban como empleadas domésticas. Este espacio le permitió conocer más la realidad de las mujeres, también le permitió integrar la Comisión Organizadora de la Coordinadora Distrital de Mujeres de Comas, esta fue una de sus etapas más importantes, porque luego la llevaría a integrarse en el movimiento político social del país.

En 1982 formó parte del equipo de solidaridad con los mineros y sus familiares, que se encontraban en Lima, en marcha de sacrificio. Apoyando durante los meses que duraba la huelga, que en ocasiones se extendían hasta por 18 meses. Organizaba cursos de alfabetización para los niños y las mujeres mineras, apoyaba en las ollas comunes de las famitas mineras para garantizar sus alimentos. Promovía talleres de producción y de cuidado de la salud, para que las mujeres accedieran a un espacio de formación, de integración y de aprendizaje, para organizarse y exigir mejoras en sus condiciones de vida y a un trato más justo y equitativo entre hombres y mujeres.

En 1984, se constituye en pieza clave para conformar, conjuntamente a un grupo de mujeres, la Asociación Filomena Tomaira Pacsi, Servicios a la Mujer Minera, institución que le permitió capacitar a nivel político y social a las dirigentas de más de 108 Comités de Amas de Casa que existían en los distintos campamentos mineros del norte y centro del país. Consuelo, estaba plenamente convencida del importante rol de las mujeres mineras en las luchas de su gremio y trabaja con sus compañeras a fondo dando lo mejor de sí, sin escatimar sacrificio alguno.

En 1987, promueve la organización del Comité Directivo de la Mujer Minera de Centromín Perú (CDMMCP) y se constituye como una de las principales pioneras y forjadora del movimiento de mujeres mineras en el Perú. Por ello, las Filomenas como homenaje póstumo a la memoria de Concho, como solían llamarla sus amigas, promovieron el Comité Organizador par a la creación de la Central Nacional de la Mujeres Minera de la Federación Nacional de Trabajadores Mineros Metalúrgicos del Perú (FNTMMP).

Su dinamismo y preocupación por la reivindicación de los derechos de igualdad y oportunidades para las mujeres le hace participar en eventos internacionales como representante del Perú en Encuentros Feministas de Latinoamérica realizado en Brasil y México, así como en eventos internacionales de organizaciones sindicales en Canadá.


Este trabajo fue lo que la puso en la mira del gobierno de turno y del comando paramilitar Rodrigo Franco. Su trayectoria impecable como líder social y feminista fue truncada brutalmente el 13 de febrero de 1989, los integrantes del comando paramilitar Rodrigo Franco acabarían con su vida y la de Sául Cantoral Huamaní, presidente de la Federación Trabajadores Mineros y Metalúrgicos del Perú.

Sus familiares, compañeros y compañeras consternados por estos hechos, exigieron el esclarecimiento de su muerte y justicia por la flagrante violación de los derechos humanos. Y en marzo del 206, se interpuso una demanda al Estado Peruano, ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, por no investigar y no dar garantías para la vida, en perjuicio de los familiares de las víctimas.

Gracias a la tenacidad y colaboración de organizaciones de derechos humanos, instituciones feministas y sus familiares, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el 10 de julio del 2007, emitió sentencia encontrando al Estado Peruano responsable de violación del derecho a la vida, a la integridad personal, libertad de asociación y resolvió que el Estado Peruano debe investigar y juzgar a quienes encuentren responsables; además de otorgar reparaciones a los familiares.

Actualmente el IV Juzgado Penal abrió proceso judicial a Agustín Mantilla, a Jesús “Chito” Ríos Saenz y Jorge Huamán Alcute, quienes presuntamente conformaron el grupo paramilitar “Comando Rodrigo Franco”.
Las organizaciones de mujeres, que conocimos y trabajamos con Consuelo García queremos seguir honrando su memoria, 20 años después.
Y por ello, exigimos el respeto y cumplimiento de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y que este caso no quede impune, especialmente en el Día Internacional de la Mujer, que se honra a mujeres que se constituyen como iconos de luchas y sacrificios por la reivindicación de los derechos a una vida digna, con justicia y con igualdad de oportunidades para las mujeres.


¡CONSUELO GARCIA TU FUERZA Y TERNURA QUEDARAN ¡

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