viernes, 27 de febrero de 2009

Ruth Melissa Alfaro Méndez


Melissa Alfaro era periodista y Jefa de Informaciones del Semanario “Cambio”. El 10 de octubre de 1991, en su centro de labores, recibió un sobre que contenía un explosivo, el cual detonó al ser abierto y arrebató la vida de la periodista que en ese entonces tenía 23 años.

HECHOS:

Ruth Melissa Alfaro Méndez tenía 23 años de edad, era estudiante de periodismo de la Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Meza, y jefa de informaciones del Semanario Cambio.

El 10 de octubre de 1991, como cualquier otro día llegó a trabajar a las 9 de la mañana, recibió la publicación del Semanario e hizo unos comentarios de edición con sus compañeros de trabajo, tal como lo hacia todos los jueves.

Después de hacer unas últimas coordinaciones sobre las comisiones de redacción, salió a las 12:10 pm. con dirección al Congreso de la República, a fin de recabar información sobre la acusación constitucional formulada en contra del Ex presidente Alan García Pérez.

Entre tanto, al promediar el medio día, un sujeto de porte atlético, mestizo, de unos 25 años de edad y de 1.70 m. de altura, llegó al local del semanario Cambio portando varios paquetes y sobres, y un cuaderno de cargos. Dicho sujeto hizo entrega de un ejemplar de un periódico francés en la recepción del semanario, el cual contenía un artefacto explosivo en su interior.

Ese mismo día, aproximadamente a las 2:30 pm., Melissa Alfaro retornó al semanario, recogiendo en la portería toda la correspondencia, luego se dirigió a su oficina para revisarla y clasificarla, y al abrir dicho sobre estalló el artefacto explosivo, perdiendo la vida instantáneamente.

El explosivo utilizado estaba compuesto de 200 gramos de ambo gelatina, material de uso militar, similar al utilizado en el atentado del 15 de marzo de 1991 contra el Doctor Augusto Zuñiga, asesor legal de la Comisión de Derechos Humanos (COMISEDH), en el cual perdió el brazo derecho. Tres días después de la muerte de Melissa Alfaro, el 13 de octubre del mismo año, el diputado Ricardo Letts Colmenares, recibió otro sobre-bomba, el que llegó a ser desactivado sin cumplir con su objetivo.

En 1993, fue remitido un comunicado del grupo militar autodenominado "León Dormido", el cual llegó a la revista "Sí". El documento responsabilizaba al oficial Víctor Penas Sandoval como uno de los presuntos autores, existiendo además, responsabilidades de militares de mayor rango. La fuente fundó su testimonio a partir de su propia participación y en la utilización de explosivos de exclusivo uso militar (durante la época en que se produjeron los hechos, marzo-octubre de 1991), así como en la compleja tecnología puesta en práctica. Relató, inclusive, la historia de algunos de los atentados, concretamente el caso del abogado Augusto Zúñiga.

Las investigaciones en torno a la muerte de Melissa Alfaro, al igual que muchos casos de violaciones de derechos humanos, se truncaron luego del autogolpe del entonces presidente Alberto Fujimori (5 de abril de 1992), y de la posterior estrategia legal de impunidad, cuyo momento más álgido llegaría con la emisión de las leyes de amnistía, que impedían la investigación y procesamiento de efectivos de las fuerzas armadas señalados como presuntos responsables de violaciones de derechos humanos.

Posteriormente, durante las investigaciones de la Comisión de la Verdad y Reconciliación – CVR, fueron entregados documentos secretos desclasificados por el Archivo Nacional de Seguridad de los Estados Unidos de Norteamérica, en los que se señala que el ex presidente Alberto Fujimori y su ex asesor Vladimiro Montesinos Torres, conocían y autorizaban los asesinatos de periodistas mediante el envío de cartas cargadas con explosivos. En dicha documentación también se refiere que el personal encargado de preparar y remitir las misivas y sobres, recibió entrenamiento por comandos especiales en el extranjero.

En noviembre de 2004, los indicios existentes fueron ratificados en las revelaciones publicadas por el periodista, Ricardo Uceda, en su libro "Muerte en el pentagonito". Recogiendo el testimonio del ex Colina Jesús Sosa Saavedra, se señaló como responsable de los atentados, al capitán del Ejército, Víctor Penas Sandoval, quien elaboraba y entregaba los sobres bombas.

Las investigaciones periodísticas determinan que Penas estaba adscrito como agente del Puesto de Inteligencia de Lima - PIL, a cargo en ese entonces del mayor Eduardo Bailetti. Asimismo, dicho Puesto de Inteligencia dependía del SIE 1, a cargo del comandante Felix Valderrama Gómez. El SIE 1 era una sección del servicio de inteligencia del ejercito (SIE), que se encontraba al mando del coronel Víctor Silva Mendoza, quien su vez se encontraba bajo el mando de la Dirección de Inteligencia del Ejercito (DINTE), que estaba dirigido por Juan Nolberto Rivero Lazo. Todos los estamentos del Ejército mencionados, habrían tenido participación en la autorización y realización de tan execrables crímenes.


ACCIONES REALIZADAS:

Con fecha 17 de octubre de 1991, el entonces director del semanario Cambio, Carlos Arroyo Reyes, interpuso una denuncia penal por el delito de homicidio calificado ante la Fiscalía de la Nación. Por su parte, Fernando Alfaro Venturo, padre de Melissa, presentó una denuncia ante el Ministerio Público, la cual fue finalmente remitida a la 17 Fiscalía Provincial Penal de Lima.

Asimismo, la Cámara de Senadores del Congreso de la República acordó ampliar el encargo hecho a la Comisión Investigadora del atentado contra el doctor Zuñiga, para incluir el esclarecimiento del atentado contra la revista Cambio, donde perdió la vida Melissa Alfaro.

Posteriormente, el 24 de setiembre de 2004, Norma Méndez Díaz, madre de Melissa Alfaro, interpuso una denuncia ante la Fiscalía Especializada en delitos contra los derechos humanos, la cual se encuentra adscrita al grupo de fiscalías anticorrupción. Hasta la fecha, las investigaciones continúan llevándose a cabo en la mencionada Fiscalía.

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